15 DÍAS


Hola a todos:


Parece mentira cómo pasa el tiempo. Desde aquel 16 de agosto cuando llegué a Linköping, en medio del verano, cuando todo el mundo está en la playa y nosotros decidimos tomar un avión hasta Suecia. Faltan sólo 15 días para volver a España. Muy poco tiempo....!!! Estoy ahora mismo sentado enfrente de mi ordenador, mirando por la ventana de un día claro que comienza a nublarse. Pasa gente en bicicleta (quizá vengan de la universidad), pasa gente con bolsas del supermercado, otros vienen de la lavandería (o van), algunos más allá se entretienen en medio de la calle con un balón de fútbol y al fondo se oye el sonido de quienes han optado por hacer barbacoa hoy. Se sigue oyendo ese idioma inentendible como es el sueco. Es un día normal, como cualquier otro, como tantos días de los que he pasado en Linköping. Y, sin embargo, en 2 semanas habrá acabado todo: habré desmontado la habitación, habré llenado la maleta, me habré despedido de los que queden por aquí y de esta ciudad y mi año Erasmus habrá tocado a su fin. Pero es curioso, parece que esto no se fuera a acabar, que dentro de unos días tuviera otra presentación en público (pero no, ya hice la última del año), que a alguien se le ocurriera otra fiesta de temática inimaginable, que me volvieran a llamar al móvil porque me retraso más de la cuenta, que tuviera que volver a mirar vuelos, trenes y buses para no sé cuál viaje que se nos está ocurriendo o que estuviera esperando en las barbacoas para ir al centro a dar una vuelta. Pero no, todo lo que he venido haciendo estos meses atrás y que se ha convertido en cotidiano y en mi rutina de cada día se va a desvanecer como esos dibujos animados o películas de ciencia ficción donde la gente se esfuma como por arte de magia. Es un suspiro lo que queda. Será difícil la vuelta, pero bueno, pronto estaré mirando nuevos horizontes, nuevos proyectos y nuevas inquietudes. Por el momento, voy a disfrutar los días que me quedan aquí. Aunque ahora cerca de que esto se acabe todos estemos un poco tristes, cuando pase un tiempo nos acordaremos de esta maravillosa experiencia en las tierras suecas. Así que...... no hay nada de qué preocuparse :) .... Hemos tenido una gran suerte de poder disfrutar de este año, algo de lo que no todo el mundo tiene la oportunidad.

Os dejo una poesía de Calderón de la Barca:

Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
"¿Habrá otro", entre sí decía,
"más pobre y triste que yo?"
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.


See u!!!!!!!!!!!!!!