EN ESPAÑA

Se acabó mi año Erasmus.

Ya estoy de vuelta en España. Hoy es martes. Llevo dos días aquí y casi no he tenido tiempo de nada. Me he puesto a estudiar desde el primer día para hacer dos exámenes a finales de junio. La verdad es que es un cambio radical en unas horas: pasar de estar sentado en las barbacoas de Ryd de vuelta del centro charlando con la gente y despidiéndome a estar sentado en mi escritorio delante de temas y temas de apuntes que estudiar.

La sensación a la vuelta está siendo rara. Es la vuelta a la rutina sabiendo que nada volverá a ser como este último año. La sensación que me invade es extraña. No sabría bien describirla. Noto como algo diferente dentro de mí que no tenía antes de marchar para Linköping. Desde luego he de reconocer que este año en Suecia me ha marcado más de lo que yo esperaba. Todos sabemos antes de ir que es un año de conocer gente, de diversión, de aprender nuevas cosas, etc. Y sí, yo también lo sabía, pero al volver me he dado cuenta que es mucho más que eso. Así que más que el típico bajón post-erasmus lo mío es esa extraña sensación que me invade, que no sé muy bien describir y que es una mezcla de nostalgia de Linköping, echar de menos a la gente y.... yo qué sé.

Lo positivo de todo es que con una sola mirada de repaso a este año puedo ver que estoy mucho más enriquecido personalmente que 10 meses atrás y que tengo muchos amigos más que espero que sigan ahí por mucho tiempo. He viajado, he aprendido un idioma, he vivido en un país extranjero... En fin, que no hay más que cosas positivas.

Si todo va bien en septiembre acabaré las dos carreras y empezaré a trabajar. Se abre una nueva etapa en mi vida. No sólo se ha acabado mi año Erasmus, sino también mi vida universitaria. No me puedo quejar de cómo ha ido. Desde el principio hasta el final ha sido fantástico. Ahora nuevos horizontes se abrirán de aquí en adelante.

Con este post cierro el blog. Es lo último que voy a escribir. Lo inicié allá por agosto con la intención de ir contando mis peripecias por Linköping. Ahora quedará como uno de mis mejores recuerdos, una forma de revivir lo que sentía y pensaba en cada momento en Suecia. Gracias a todos aquellos que me han leído. Y sobre todo, gracias a todos los que me han dedicado un momento de su tiempo en Linköping. Nunca los olvidaré. Un abrazo fuerte amigos.

Carlos en Linköping.

2006-2007